La autoridad monetaria declara definitivamente la guerra a la inflación y, en el primer alza del precio del dinero en 11 años, apuesta por un movimiento más agresivo de lo que había comunicado al mercado.
La autoridad monetaria declara definitivamente la guerra a la inflación y, en el primer alza del precio del dinero en 11 años, apuesta por un movimiento más agresivo de lo que había comunicado al mercado.